Villa San Marcial, es una localidad Argentina, de la Provincia de Entre Ríos, ubicada en el Departamento Uruguay, sobre la Ruta Provincial 20, parcialmente asfaltada, que une las ciudades de Villaguay y Basavilbaso. Desde Basavilbaso hasta el puente sobre el arroyo Las Moscas ya se encuentra prácticamente terminada la obra de asfaltado. Villa San Marcial es reconocida a nivel nacional por la fabricación de alpargatas, ya que posee una de las mayores concentraciones de industrias encargadas de su confección.Segun datos del Censo del 2001 (INDEC) San Marcial, tiene una población de 614 habitantes . De los 614 habitantes, 299 son mujeres y 315 son hombres.

Interesante

Villa San Marcial es un pueblo entrerriano que sólo tiene 800 habitantes. A pesar de su escasa población y pequeño territorio, cuenta quizá con la mayor concentración de fábricas de alpargatas del país, ya que dentro de sus límites hay cuatro firmas que se dedican a esto: La Nueva Urquiza, La Interminable, La Entrerriana y Los Caciques.
Esta última firma tiene la particularidad de ser una de las pocas empresas que hace alpargatas de yute en Argentina. Su capacidad de producción actual es de 1500 pares por día, tanto de yute como de goma. "En esta empresa trabajan los dueños, no hay empleados, hay veces que las mismas esposas cosen las capelladas en sus casas", afirmó Aurora Lambert, vocal de la junta de gobierno y empleada durante 15 años de una de las alpargateras.
Los dueños de esta empresa-cooperativa son siete ex empleados de Alpargatas Urquiza, que, al fundirse la empresa, compraron su maquinaria y fundaron Los Caciques. "Las máquinas tienen más de 100 años. Nosotros las compramos cuando se fundió Urquiza y comenzamos a trabajar", aseguró Héctor Etchecopar, uno de los dueños-empleados.
En esta firma, todos hacen de todo y los dueños conocen cada paso a realizar para la confección de una alpargata. Y esto se hace a la misma manera que en 1900, es decir, como un trabajo artesanal. En cuanto a las materias primas utilizadas, lo único que viene de afuera en esta firma es el yute, llegado de Paquistán. La tela y la goma de las alpargatas de goma son de fabricación nacional.
Como este calzado es propio de verano, la empresa tiene su trabajo más intenso durante los 4 meses de calor, pero durante el resto del año también se produce. Solo así pueden llegar a abastecer la demanda que tienen.
Aunque con el paso de los años la iniciativa ha pasado a ser una de las productoras de alpargatas más grandes, en Los Caciques sienten que deben mejorar la comercialización y aumentar la cantidad de empleados. "Necesitamos vender más para tener mayor actividad en la fábrica, ahora sólo somos 7, cuando llegamos a ser 22 personas trabajando todo el año. Esto se debe a que tenemos fallas en las ventas, ninguno de nosotros sabe vender, necesitamos alguien honesto que se dedique a eso", aseguró Etchecopar.
Los Caciques vende sus productos a San Juan, Mendoza, Córdoba, San Luis y Santa Fe. "Esta es la fábrica más grande de la zona y somos una de las pocas empresas que hace alpargata de yute de la misma forma en que se hacen en el pueblo desde hace 100 años", contó Oscar Gilberto, otro de "los caciques", como se apoda a los empleados-dueños.
Si bien la producción de alpargatas en San Marcial es una de las actividades más importantes, esta no es la actividad exclusiva de la zona. El pueblo se convirtió hace algunos años en un polo de desarrollo agropecuario y por esta razón la sociedad agropecuaria de Correa se situó allí hace más de un año y medio, instalando una planta de acopio.
"De aquí salieron unos 600 camiones en esta campaña. La cooperativa reúne a productores de Basavilbaso, Las Moscas, Domínguez, Villaguay, Santa Anita y eso va todo a los puertos vecinos a Rosario como ser General San Martín o San Lorenzo", aseguró Matías Méndez, encargado de esta sucursal de la cooperativa.
La función principal de la cooperativa es vender cereales y oleaginosas, pero además se ocupa de suplir las necesidades de sus productores proveyéndoles gasoil, agroquímicos, semillas, fertilizantes y seguros.
Al igual que los productores de otras lugares, los chacareros de San Marcial se quejan de la cantidad de impuestos que deben pagar, sin percibir ningún tipo de beneficio, a su juicio. "Reclamamos contra las retenciones, porque son nacionales no coparticipables. Nosotros no recibimos nada por ese aporte. Si bien después a lo mejor la provincia recibe plata de los impuestos coparticipables, nosotros no vemos una redistribución de todo lo que aporta el productor de la zona, que es muchísimo", afirmó Matías Méndez.
El sector agropecuario de San Marcial vive un gran crecimiento desde hace cinco años, cuando comenzó a cambiar su tradicional producción avícola, ganadera, arrocera, de lino y trigo por la soja y otros cereales. "Cuando comenzó el tema de la soja, se probó y se vio que funcionaba. Esta es una zona que promete mucho, y hoy las grandes multinacionales, los semilleros más importantes están incursionando acá", aseguró Méndez.
Según los datos de la cooperativa, al principio se sembraron comenzó sembrando 20 mil hectáreas de soja, y hoy son 120 mil hectáreas las hectáreas sembradas en todo el departamento Uruguay, adonde está Villa San Marcial .Los cultivos que se realizan en su mayoría son soja, sorgo, trigo, maíz y algo de girasol.
También la producción avícola tiene una importante incidencia en la economía regional, representada por una gran cantidad de criaderos de pollos. "Entre Ríos es la provincia del país que más posibilidades de crecimiento tiene con relación a las demás provincias en el tema de agricultura. Ayudó mucho la apertura del puente Rosario-Victoria porque, dentro de la producción agrícola, el costo que más incidencia tiene es el flete, entones, el puente se abarata mucho", aseguró Matías Méndez.
Peligro en la ruta
Uno de los grandes inconvenientes que tiene Villa San Marcial para su crecimiento es la comercialización de sus cereales, ya que el 100% de su transporte se hace por medio de camiones, a través de una ruta que es de tierra. La ruta 20 es uno de los grandes problemas que enfrentan este pueblo y muchos otros que sufren la misma suerte, ya que no esta asfaltada y se encuentra en pésimo estado, especialmente en el trayecto de 58 kilómetros que pasa por Villaguay, Villa Domínguez, Las Moscas, San Marcial, Santa Anita, Libaros y Basavilbaso.
La economía no es la única perjudicada con la falla de este camino: muchas veces la vida de los pobladores se pone en riesgo: "En San Marcial no tenemos médico y cuando llueve nadie quiere salir, porque no nos podemos enfermar. Tenemos un médico que viene 3 veces por semana de Basavilbaso. Pero si hay alguna urgencia, un día de lluvia no tenés forma de ir al médico, con el peligro de esa ruta", afirmó Aurora Lambert.
El tren, que debería ser una alternativa, representa un riesgo aún mayor que la ruta, siendo una verdadera hazaña animarse a emprender un viaje sobre sus vagones: "Esta concesionado por una firma brasileña, pero no es seguro, por el mal estado de las vías. Acá se saben descarrilar hasta un tren o dos por mes", contó Gustavo Lariño, presidente de la junta de gobierno.
El pueblo ya presentó su pedido al gobierno por la repavimentación de la ruta 20 y a pesar de haber recibido promesas de repavimentación, nada ha cambiado. "La ruta no sólo es el camino que permitirá unir a varios pueblos, ni sólo un medio para la comercialización de los productos agrícolas, sino que es además un nuevo camino hacia el progreso", dijeron en San Marcial.
Por Pablo Arrizabalaga
Para LA NACION
Como hace 100 años
En la fábrica Los Caciques, una de las más grandes de San Marcial, se hacen las alpargatas de yute de la misma forma que en 1900 y sus propietarios son también empleados.